El “crujido”, chasquido, audible o palpable puede ser un signo patológico que indica una alteración en el funcionamiento mecánico de nuestra mandíbula. Usualmente este “crujido” se asocia a una luxación discal (es decir, que el disco pierda su función de congruencia articular), lo que no se corresponde con la realidad en todas las ocasiones. Es muy importante identificar si este crujido viene asociado a bloqueo en la mandíbula (dificultad para terminar de abrir y/o cerrar la boca) pudiéndose también producir por parte del sujeto algún otro movimiento forzado y compensatorio que provoque aun un mayor estrés en la articulación.
Tipos de ruidos articulares que nos podemos encontrar
- Click seco y aislado: una vez superado permite un movimiento más o menos normal, eso sí con una desviación en la apertura (la boca no se abre de forma alineada, no mantiene la línea mentón-nariz).
- Click menos sonoro y muy localizado: posiblemente debido a alteración en las estructuras musculares, tendinosas, ligamentarias, discales asociado en ocasiones a dolor que generan una limitación en el rango total de apertura.
- Sensación de “arenilla”: más vinculado a problemas de tipo degenerativo articular (es interesante detectar si estos problemas articulares se dan en otras articulaciones también, y poder diferenciar algún problema reumático, artrósico…)
- El denominado click recíproco: que se produce tanto en apertura como en cierre y que suele comprometer las estructuras discales.
Estudio personalizado en nuestra Clínica de Fisioterapia
Ante este abanico de posibilidades, debemos estudiar en cada sujeto, no solo el crujido sino las consecuencias en la mecánica y el dolor que generan. Cabe mencionar que existen casos en los que no es posible quitar y/o eliminar ese crujido con nuestro tratamiento de fisioterapia, pero sí reequilibrar , descomprimir estructuras dañadas y armonizar el movimiento mandibular mediante un tratamiento adecuado. Será de vital importancia los ejercicios y pautas domiciliarias en este sentido que explicaremos al paciente trabajando sobre todo técnicas isométricas en mentón (contracción sin movimiento), ejercicios estabilizadores en la mandíbula y región cervical alta, así como ejercicios con la lengua que ayuden a regular estos molestos crujidos que generan inestabilidad en nuestra mandíbula.