La mandíbula junto con la región cervical son las dos regiones corporales donde más somatizamos el estrés. Tanto es así que en el caso del bruxismo (exceso de tensión en músculos de la mandíbula generada por contracción del individuo, usualmente involuntaria) la actividad de “apriete” que se provoca durante el día se puede seguir realizando por la noche, pudiendo despertar o no a la persona que lo padece.
Multitud de estrategias pueden ser recomendadas en este sentido, desde técnicas de relajación, meditación, relajación muscular que incluyan por supuesto técnicas de respiración profunda.
Pero ¿Qué podemos hacer de forma local y concreta con nuestra mandíbula para dejar y/o disminuir el apriete?
Cabe mencionar que la sobrecarga de nuestros músculos mandibulares se provoca como consecuencia también de desequilibrios musculares. ¿Qué quiere decir esto? Con la mandíbula realizamos funciones de deglución (tragar alimento, líquidos y nuestra propia saliva), masticación, respiración y habla. En ellos y de forma importante intervienen la lengua o los músculos orbiculares (alrededor de los labios) y buccinador.
En la mayoría de los casos de bruxismo nos encontramos con lenguas atrofiadas, que en la mayoría de los casos tienen poco tono y / o fuerza (hablando en términos coloquiales), por lo que principalmente deberemos hacer ejercicios encaminados a fortalecer la lengua (se puede hacer con un depresor lingual empujando en distintas direcciones), ejercicios de llevar la lengua haciendo un barrido por todo el paladar (sin tocar ni empujar dientes).
Para trabajar el buccinador podremos hacer ejercicios de sellado labial (unir labios superior e inferior y apretar por ejemplo un depresor lingual colocado entre ambos sin que se caiga durante 3-5 segundos e ir aumentando el tiempo progresivamente.
Orbicular de los labios que lo podemos trabajar, por ejemplo, abriendo la boca y con nuestros dedos estirándolo hacia abajo.
Este tipo de ejercicios suelen ser muy útiles si se realizan de forma constante, y unidos a un programa de Fisioterapia específico pueden provocar importantes beneficios para disminuir el estrés mandibular y en consecuencia el bruxismo.